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Anatomía de un chaleco VEST

Los detalles lo son absolutamente todo. Podríamos hacer VEST en serie, podríamos ahorrar costes, producir en masa, utilizar telas más finas, más baratas, con dibujos pintones. Podríamos no ribetear los chalecos. Podríamos no hacerlos revsersibles, que implica utilizar doble tela. Podríamos utilizar algodón mezclado con lo que sea. Y podría empaquetarlos una empresa y enviároslos. Pero es que entonces no sería un VEST.

Yo escojo las telas, tienen que encantarme y, a veces, hay varios metros disponibles, otras solo unos pocos -de ahí que, aunque todos los chalecos son de edición limitada, de algunos haya más que de otros-, pero cuando visualizo un chaleco nada más ver la tela, esa es. Después, corto el patrón a mano y se lo llevo a las maravillosas mujeres del taller de Madrid que cosen con mimo cada uno de los chalecos. A veces, cuando hago pruebas de patrones o piezas nuevas, es mi madre quien se pone a coser para ver cómo quedan (algunas de las cosas que vienen próximamente a VEST las ha hecho primero ella).

Cuando compráis un chaleco, yo misma lo envuelvo en papel de seda para protegerlo bien, perfumo la caja con uno de mis aromas favoritos y os lo envío.


Mira, todo, todo son los detalles



"¿Qué es la moda? Es disciplina. Disciplina, y un credo para hacer solo lo mejor, hasta el mínimo detalle"

- Manolo Blahnik -

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